sábado, 22 de diciembre de 2012

MI ESPACIO

El césped es un alfombrado mar verde
cuyas raíces hacen reír a la tierra
en una orgía de cosquillas penetrantes.
Hay pequeñas piedras
sobre grandes piedras
sobre enormes piedras
que en espontánea escultura zen
nos hieren de belleza
al mostrarnos el brillo del sol crepuscular.
El río que corre más allá
es un diáfano espejo de peces siderales
o quizás sea el cielo
un transparente reflejo de nubes acuáticas.

Yo me paseo desnudo e ingrávido
como el Dios que siempre he sido.
Yo me paseo por todas las cosas
como un curioso e inquieto
viento de conciencia.
De igual modo, todas las cosas se pasean en mí,
navegando en mis venas
y estallando en imágenes
de un sublime poder creativo.

El nido propio florece
desde la orgiástica tierra generosa,
levanta sus muros hacia el cielo,
parpadea inventándose ventanas
y con sus puertas abiertas
recibe el aire puro del hipnótico paisaje.

Yo soy Nada (Adán)
y ella es el ave (Eva)
que sobrevuela
en los límites de mi vacuidad
creando el amor creador de lo restante
con un simple y espontáneo aletazo
proveniente del misterioso espasmo original.


                                                                  Miguel R.B. 24/11/2012

miércoles, 19 de diciembre de 2012

RESUCITAR

Resucito como una flor de loto
en los pantanos simbólicos
de la muerte desnuda.
Con su barro tibio y sangrante
levanto los muros
que me abrazan con sombras valientes.

Resucito como un fálico impulso
que humedece las heridas
transformando en leche la sangre derramada.
Tengo ríos en mis venas
y de las nubes de mi cráneo
cae la fértil lluvia de las lágrimas.

Mi mente abierta como boca vaginal
devoró las enseñanzas
del huracán metafísico
que arrancó mi lenguaje.

No he visto la nada porque los ojos son algo.
No moriré mientras mi muerte exista.



                                                      Miguel R.B. 01/12/2012

NUBES DE AZÚCAR

El mágico poeta mastica nubes de azúcar
mientras la sábana del cielo lo abraza como un río
ante la mirada láctea de la luna perpleja.

La tierra amamanta sus versos bebés
y de los poemas más altos caen frutas
impregnadas del más dulce y elocuente sinsentido.

El poeta bosteza mariposas de sueños
que aleteando corajes construyen el Edén
que los nuevos artistas ya espían desde su ombligo.

Ustedes asistirán a su más sublime transformación.
Verán dragones luminosos salir de su cabeza.
Sentirán el filo salvador de la palabra muerte.
Sentirán la dicha infinita del vacío ensimismado.
Sentirán la eternidad
sin excusas
del amor.



                     Miguel R.B. 30/11/2012