domingo, 12 de enero de 2014

Y EL CORAZÓN ME COMIÓ LA CABEZA

Me abrigué con los espejos.
Me desnudé con las ventanas.
Y el corazón me comió la cabeza.
Salí hacia adentro con el afuera.
Entré hacia afuera con el adentro.
Y el corazón me comió la cabeza.

Fue como morder la arcilla fresca y húmeda
de una música para siempre nueva.
Fue como observar la coreografía de las niñas
que reinventaron el fuego frotando sus miradas.

¿Dónde termina la semilla?
¿Dónde empieza la planta?
¿Cómo sigue la flor?




                                   Miguel R. B.

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