jueves, 2 de enero de 2014

VISIONES

De regreso a la inocencia primitiva de mi cuerpo,
chapoteando en la orgiástica espuma de mi sangre,
anclado en la eufórica voluntad de mi destino,
como un ojo lúdicamente desnudo
rodando en las sedas sensibles del tiempo.

De regreso al fuego refrescante de los infiernos domésticos,  
alimentándome con el hambre cobarde de los otros,
teatralizando mi desnudez
mientras juego a atrapar
la sombra de los cuervos.

Qué profunda esta esencia.
Qué pacífica velocidad.
De regreso,
asomado a mis ojos,
no dejo de asombrarme.



                                       Miguel  R. B.

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