lunes, 7 de diciembre de 2009

COSA DE TERMINAR EMPEZANDO SIN FINAL NI PRINCIPIO



...mierda, viajado, puesto, dado vuelta, duro, a años luz de esas realidades colectivas que la gente sella con un pacto social. Qué patético enjambre de monos mal clonados. Entonces me desperté entre toses divinas y arcadas en tango con dulces puntadas en los órganos internos que seguían el ritmo de mi sabroso abandono. Alrededor sólo había botellas vacías de vodka, ceniceros llenos, preservativos cargados y goteando desde la paleta del ventilador de techo. También vi latas vacías de picadillo surfeando olas de vómito escarlata. Me senté, así desnudo como estaba, y agarré mi cuadernito secreto poblado de posibles indentidades. Es verdad que la literatura, el acto creativo de escribir, puede ser muy bueno para despejar la mente. Por supuesto que también me comí un puñado de tripis. Qué maravillosa vida que tengo por delante digo después de pasar dos horas frente al espejo mirando mis pupilas y la psicodelia natural del iris. Estaba en eso, sea lo que sea, cuando golpearon la puerta. Una hippie entró corriendo a mi cuarto, echando humo rancio de tabaco húmedo, oliendo a sexo y licor de menta, insomnio y desesperación. Le dije que se tranquilice pero ella no paraba de hablar, de decir que estuvo siglos encerrada en el baño, que recordó cosas horribles de la infancia, que realmente necesitaba escribir la palabra púrpura en la frente de todas las personas con pantalones cortos. Le aconsejé valium, le serví vino tinto, le recomendé marihuana, le hablé de ir a vender algunas guitarras y comprar mescalina o éxtasis. Ella estuvo completamente de acuerdo y mientras se desnudaba dijo que sería buena idea poner algo de Hendrix a todo volumen. Yo me reí casi hasta la muerte y creo haber dicho que me sentía como un poeta beat en un poema de Allen Ginsberg. Entonces nos abrazamos entre cálidos besos, hicimos el amor como todas las mañanas y tomados de la mano compartimos las mismas alucinaciones diciéndonos wow en el oído. Nunca más fuimos tan felices como ese día. Mentira, esto cada día se pone mejor. O peor, que es como quizás lo ven ustedes. Pero ya no importa nada. El punto es que las cosas se ponen, como si fueran un calcetín hecho...







Miguel Rafael Benitez (Premio "Letras del Futuro" a la estupidez más grande escrita por el hombre) nació, como muchos de sus contemporáneos, completamente desnudo. Actualemente vive el presente. O dependerá de en qué momento se lea esa oración ¿no? Por ejemplo, en el transcurso de ésta ya todo cambió, y ahora sería: Actualmente, se fue al baño.



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