sábado, 15 de agosto de 2009

NO LLORES POR MÍ, ANGELINA!



No llores por mí, Angelina. Prometo prepararte esos sanguchitos de lengua a la vinagreta que te gusta desayunar, con chocolatada, chorizos al dulce de leche y jugo de cebolla. No llores por mí, Angelina. Esta noche podemos hacer una orgía de drogas en la casa de un amigo dealer que le presto el auto su tío proxeneta que es cuñado de un director de cine que vaya si sabe sobre poner poesía visual en cada una de sus tomas. Eso sí, hay una escena de sexo pero no es la escena por la escena, es todo muy artístico, una escena que intenta expresar pornografía sucia cargada de enfoques morbosos que funcionan bajo una lasciva dialéctica desesperada. No llores por mí, Angelina. Lo estuve pensando y no, no tengo problemas en disfrazarme de caperucito rojo para hacer el amor contigo, ni de que nos bañemos en sangre de conejos negros escuchando música medieval. No llores por mí, Angelina. Por favor, yo hago todo lo que quieras, no hay nada que me parezca raro o desconocido. Y como dijo el Che, "Hasta hollywood, siempre".

No hay comentarios:

Publicar un comentario